Jóvenes Católicos

Dejarse ayudar es dejarse querer. Y Dios quiere ayudarnos a alcanzar la Felicidad con Mayúsculas y para eso, entre otros medios, está la oración y la dirección espiritual. Los consejos recibidos en la Confesión nos ayudan a concretizar las exigencias del evangelio a nuestras circunstancias concretas.

Retomamos el año litúrgico con un pasaje del evangelio en el que se nos habla de María y de unidad. Y la mejor manera de estar unidos en saber pedir perdón sobretodo cuando El siempre quiere perdonarnos. El confesionario es el tribunal del amor porque allí no se nos juzga para condenarnos sino para salvarnos.

El misterio del Cuerpo de Cristo en la Eucaristía no es solo para que lo contemples sino para que te asombres. El asombro de ver que Jesus se ha quedado por amor, para amar y dejarse querer por cada uno de los hombres: santos y pecadores, sanos y enfermos, limpios y otros que no lo están del todo. Jesus ama a todos y cada uno.

El Misterio de la Santísima Trinidad es el Misterio central del Cristiano y, como decía Cesareo de Arles, la fe de todos los cristianos se cimenta en el Misterio de la Santísima Trinidad. San Josemaría recuerda en Forja, Dios está contigo. En tu alma en gracia habita la Trinidad Beatísima —Por eso, tú, a pesar de tus miserias, puedes y debes estar en continua conversación con el Señor, porque no lo olvides, Dios vive en tu alma.

Hoy escuchamos a D. Lucas Buch que nos habla que el espíritu del mal siembra desconfianza y división y que por el contrario Él Espíritu de Dios prepara nuestros corazones y nos invita a hacer viva una caridad sin límites. Atrévete a invocarle. VEN ESPÍRITU DIVINO. VEN ESPÍRITU SANTO Audio original: https://soundcloud.com/laparroquiadelagavia

Se acerca la fiesta de Pentecostes, gran fiesta de la Iglesia y gran fiesta para nuestras almas porque el Gran Desconocido es el Amor y descubrir un Amor no tiene precio. El Epíritu Santo con su fuerza arrolladora nos va ayudar a Amar: a todos y a cada uno. Por consiguiente vivir con el Espíritu Santo es vivir con el Amor y para el Amor.

El amor es mucho más que una ecuación. Las exigencias del evangelio para cada uno de nosotros no se pueden encorsetar, como dice el Papa Francisco, determinadas normas, costumbres o estilos. Debemos dejarnos llevar por la Gracia que atraviese nuestro corazón con el dedo punzante del amor.

Nos lo advertía el Papa Francisco en su mensaje de Cuaresma de este año: hay falsos profetas que nos venden soluciones fáciles para alcanzar la felicidad. Ahora el Papa nos da una nueva advertencia: se pueden hacer muchas teorías acerca de la santidad sin embargo, señala el Romano Pontífice, ninguna palabra puede dar más luz que las palabras de Jesús. Y la enseñanza de la santidad, ese fin que es para todos y no para una clase de privilegiados, son sus palabras en el monte de las Bienaventuranzas que, al final, describen como debe ser una historia de amor.

Mi conversación con Dios no se puede traducir constantemente a las banalidades del día a día sino que tiene que llevarme a planteamientos algo más profundos, preguntas fundamentales: ¿Por qué Dios me amas? ¿Por qué has querido que viva en esta familia? ¿Por qué me has regalado la Fe? Una relación con Dios apoyada en la sola costumbre como en la superficialidad está expuesta al riesgo de la monotonía y el aburrimiento. Sin embargo una relación apoyada en el descubrimiento de que Dios se ha enamorado de mí fragua una relación fiel y leal.

Elisa ¿No sabes a quien hemos descubierto? Es un chico increíble: guapo, elegante, respetuoso, súper comprensivo, buen trabajador y cortes. Lo tiene todo. Tú, al conocer lo que te están contando tus amigos dirías: pero donde esta ese crack, yo tengo que conocerlo. El príncipe azul lo puedes conocer no porque te lo cuenten sino por la virtud de la Fe que nos lleva es a un conocimiento de Dios sin intermediarios. Si conseguimos que ese conocimiento no sea intelectual sino vivencial ese encuentro cambia nuestra existencia.

El hombre debe reconocer su condición de ser vulnerable ya que esta contantemente expuesto a las fuerzas del mal porque el hombre vive en la tensión positiva de hacer el bien y evitar el mal. Los únicos que ya no luchan son los ángeles que un día algunos decidieron elegir el bien y otros el mal. En esa batalla entre hacer el bien y evitar el mal es lógico que en alguna ocasión haya heridas en la batalla, ¿Cuáles son?

Mira, cuando Jesús marcha a los Cielos da un mensaje a sus apóstoles, es decir a ti y a mí, que somos los nuevos apóstoles del Señor, los nuevos protagonistas de la nueva evangelización: "id al mundo entero y predicad el Evangelio". Esta nueva evangelización a la q nos ha convocado el Papa Benedicto XVI y ahora el Papa Francisco pasa por un Sacramento: el Sacramento de la Esperanza, el Sacramento de la Alegría, el Sacramento del Perdón.

Los discípulos de Emaus desertaban, se iban... nosotros no queremos desertar de tu causa, Señor. El Señor siempre nos encuentra, y nos hace la misma pregunta que a ellos: ¿de qué hablabais por el camino? ¿Qué tienes en la cabeza, y en el corazón? Jesús, que te sepamos hablar con confianza. Meditación pronunciada por D. Alfonso Berlanga Sacerdote, profesor de teología en la Universidad de Navarra y dedicado desde hace años al mundo de la pastoral universitaria

El Papa Francisco, en este tiempo de Cuaresma que ha comenzado con el Miércoles de Ceniza, nos anima a aprovechar este tiempo litúrgico para volver a Dios con todo el corazón y con toda la vida. El corazón, como muy bien expresa el gran filósofo Hildebrand, es lo más íntimo de cada uno, es lo que mueve nuestra vida. De hecho, el evangelista san Mateo señala, con unas palabras pronunciadas por Jesús, es allí donde realmente habita el bien y el mal en el hombre: "¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones?". Y es que, como dice también el libro de los Proverbios, en el agua se refleja el rostro y en el corazón a la persona (Pro, 17,19). Esto nos llevaría a una doble pregunta: ¿Cómo es tu corazón?, ¿cómo se encuentra? Al final, lo importante no es saber si estoy enamorado o no sino: ¿Por qué lo estoy o no? La respuesta a estas preguntas no supone racionalizar el amor sino purificarlo.

¿Cuándo y cómo se manifiesta el esplendor del amor?, ¿Dónde resplandece?, la respuesta a la pregunta debe superar el concepto reductivo del amor como simple relación sexual ya que, además del amor esponsal, hay un amor de amistad o paterno-filial. Es decir debemos detenernos en la verdadera realidad del amor, su esencia. El amor no es, como ha definido una famosa bloguera, el hijo loco que regresa a casa o, como decía otra, un simple acto de valentía. El amor es mucho más aunque no sea siempre fácil definirlo. Al no ser sencillo describir el amor y por consiguiente descubrir su esplendor, sin embargo hay que buscar una imagen que nos pueda ayudar a descubrirlo.

No son pocos los que dicen: ¡Que aburrida es la Misa! Quizá será porque piensan que la Misa es como ir al cine, y se equivocan. A la Misa no vamos a entretenernos, sino a rezar que es muy distinto. Rezar es una acción activa mientras que ver una película es sentarse en el sillón y esperar que te entretengan. Además, la Misa, es un Misterio y todo Misterio hay que descubrirlo. Aquí te invitamos a que lo hagas con nosotros.

El amor, como le dije a un amigo, es compromiso y cuando falta el compromiso el amor se puede convertir en capricho, ya que el verdadero amor dice: me comprometo a quererte. Es lo que ha hecho Dios contigo y conmigo. Él se ha comprometido y tal ha sido su compromiso que ha entregado a su propio Hijo por cada uno de nosotros. Dios, en nuestro recorrido histórico, no nos abandona sino que sigue nuestros pasos con esperanza, ilusión y compromiso. Jesús, aunque tú no quieras, no deja de quererte. Y eso, sí que es compromiso.

No conozco a nadie que no sueñe, que no tenga ilusiones. Es verdad que muchos sueñan con que gane su equipo de fútbol, con que aparezca ya de una vez el príncipe azul, o con que sea en esta ocasión el día que toque la lotería. Como ves, estas ilusiones, estos sueños, son muy diferentes y sin embargo hay uno que es común a todos: todo el mundo sueña con ser feliz. El hombre busca la felicidad y en el momento que dejara de buscarla habría dejado de ser hombre. Por eso, aquí hoy vamos a meditar, ¿con quien sueñas?, ¿con quién soñamos?

La fe cristiana no es una idea, ni unas prácticas religiosas sino seguir a una Persona que vive en el evangelio, y por eso nos debemos preguntar: ¿Cómo vamos a ese manantial donde tenemos que beber? Hay un método que te puede ayudar: métete como un personaje más en cada escena del evangelio, vive con María y José la vida del niño.

Jesús después de ver cómo está su viña sale a las plazas y calles a buscar trabajadores para su viñedo. Hoy Jesús también está pendiente de su viña, de su reino, y busca a esos nuevos jornaleros que somos, no lo olvides, tú y yo.